Cuando los países occidentales invaden otros lugares del planeta siempre justifican sus intervenciones mediante el empleo de la palabra "Democracia"; la realidad, en cambio, nos habla de codicia, de control y robo de los recursos naturales más preciados -petróleo, gas, coltán...- pues son éstos el objetivo último de las guerras aquí y allá. El resto, las personas que allí viven, sólo son despojos sin importancia... Hasta que algunas de ellas deciden juntarse y volcar su odio contra nosotras y nosotros, devolviendo el dolor y la muerte recibidos. Una novela tan actual como trepidante.